Y aunque alguien me advirtió, nunca dije que no, y ahora tengo que esconder las heridas; y ese pulso que jugué, por que quise lo perdí. Nunca me podre alejar de ti. Te extraño cuando llega la noche, pero te odio de día, después me subo a tu coche y dejo pasar la vida. Debería dejarte, irme lejos no volver, pero es inútil negarlo, tú me estas atrapando otra vez, contigo solo puedo perder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario